Versículos de ofrenda y diezmo en la Biblia

La ofrenda y el diezmo son prácticas que se encuentran en la Biblia y que han sido parte de la tradición religiosa desde tiempos antiguos. Estas prácticas implican dar una porción de nuestros ingresos o posesiones a Dios como una forma de adoración y agradecimiento. A lo largo de la Biblia, encontramos varios versículos que hablan sobre la ofrenda y el diezmo, y en este artículo exploraremos algunos de ellos.

Versículos de ofrenda y diezmo en la Biblia
Versículos de ofrenda y diezmo en la Biblia

2 Corintios 9:6-7

En 2 Corintios 9:6-7, encontramos estas palabras:

«Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre»

2 Corintios 9:6-7

Este versículo nos enseña que cuando damos generosamente, también recibiremos generosamente. Además, nos anima a dar con alegría y de acuerdo a lo que hemos decidido en nuestro corazón.

Malaquías 3:10

En Malaquías 3:10, leemos:

«Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde»

Malaquías 3:10

Este versículo nos habla sobre la importancia de traer los diezmos a la casa de Dios. Dios nos desafía a probarlo en esto y promete bendición abundante para aquellos que son fieles en dar sus diezmos.

Proverbios 11:24

Proverbios 11:24 nos dice:

«Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza»

Proverbios 11:24

Este versículo nos enseña que cuando somos generosos y compartimos lo que tenemos, Dios nos bendice y nos da aún más. Por otro lado, si somos egoístas y retenemos lo que deberíamos dar, podemos experimentar pobreza.

Marcos 12:41-44

En Marcos 12:41-44, encontramos la historia de la viuda pobre que dio dos pequeñas monedas como ofrenda en el templo. Jesús observó esto y dijo:

«De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento»

Marcos 12:41-44

Este pasaje nos enseña que no se trata de la cantidad que damos, sino de la actitud de nuestro corazón. Dios valora la generosidad y el sacrificio, incluso cuando lo que damos parece insignificante a los ojos del mundo.

1 Corintios 16:2a

En 1 Corintios 16:2a, Pablo escribe:

«Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado»

1 Corintios 16:2a

Este versículo nos anima a dar regularmente y de acuerdo a nuestra prosperidad. Nos enseña que la ofrenda no es solo una práctica ocasional, sino algo que debemos hacer de manera constante y consistente.

Levítico 27:30

En Levítico 27:30, encontramos estas palabras:

«El diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová»

Levítico 27:30

Este versículo nos habla sobre la importancia de dar el diezmo de nuestros ingresos y posesiones a Dios. El diezmo es una forma de reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios y que estamos dispuestos a devolverle una parte como una muestra de gratitud y obediencia.

Lucas 6:38

En Lucas 6:38, Jesús dice:

«Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir»

Lucas 6:38

Este versículo nos enseña que cuando damos generosamente, también recibimos generosamente. Dios nos bendice cuando somos generosos y nos da mucho más de lo que podemos imaginar.

Lucas 16:10

En Lucas 16:10, Jesús dice:

«El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto»

Lucas 16:10

Este versículo nos enseña que nuestra actitud hacia el dinero y nuestras posesiones revela nuestra fidelidad y carácter. Si somos fieles en administrar correctamente lo poco que tenemos, también seremos fieles en administrar lo mucho.

Lucas 16:11-12

En Lucas 16:11-12, Jesús continúa diciendo:

«Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?»

Lucas 16:11-12

Este pasaje nos enseña que nuestra fidelidad en el manejo de nuestras posesiones terrenales tiene un impacto en cómo Dios nos confía bendiciones mayores. Si no somos fieles en lo poco, no seremos dignos de recibir lo mucho.

Proverbios 3:9-10

Proverbios 3:9-10 nos dice:

«Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto»

Proverbios 3:9-10

Este versículo nos enseña que cuando honramos a Dios con nuestras posesiones y le damos las primicias de nuestros frutos, él nos bendice abundantemente. Nuestro acto de ofrendar es una forma de honrar a Dios y reconocer su provisión en nuestras vidas.

Hechos 20:35

En Hechos 20:35, Pablo cita las palabras de Jesús:

«Más bienaventurado es dar que recibir»

Hechos 20:35

Este versículo nos recuerda que la verdadera felicidad se encuentra en dar, no en recibir. Cuando damos generosamente, experimentamos la alegría y la satisfacción de bendecir a otros y de ser instrumentos de Dios en la vida de las personas.

Efesios 5:2

Efesios 5:2 nos dice:

«Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante»

Efesios 5:2

Este versículo nos recuerda que Jesús mismo fue una ofrenda y un sacrificio por nosotros. Nos anima a seguir su ejemplo y vivir una vida de amor y sacrificio, ofreciéndonos a nosotros mismos como una ofrenda agradable a Dios.

Deuteronomio 12:17-18

En Deuteronomio 12:17-18, encontramos estas palabras:

«No podrás comer en tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu vino, ni de tu aceite, ni las primicias de tus vacas ni de tus ovejas, ni ningún voto que prometas, ni ofrenda voluntaria, ni ofrenda elevada de tus manos; sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios escogiere, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habitare en tus ciudades; y delante de Jehová tu Dios te alegrarás de todo en lo que pusieres tu mano»

Deuteronomio 12:17-18

Este pasaje nos enseña que debemos ofrecer nuestras ofrendas y diezmos en el lugar que Dios ha escogido. También nos recuerda que debemos alegrarnos en todo lo que hacemos con nuestras manos, sabiendo que es Dios quien nos ha dado la capacidad de trabajar y prosperar.

Deuteronomio 14:22-23

En Deuteronomio 14:22-23, leemos:

«Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días»

Deuteronomio 14:22-23

Este versículo nos habla sobre la importancia de diezmar cada año y de hacerlo en el lugar que Dios ha escogido. También nos enseña que el diezmo es una forma de aprender a temer a Dios y reconocer su soberanía sobre nuestras vidas y posesiones.

Deuteronomio 16:17

En Deuteronomio 16:17, encontramos estas palabras:

«Cada uno dará como pueda, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te haya dado»

Deuteronomio 16:17

Este versículo nos enseña que debemos dar según la bendición que Dios nos ha dado. No se trata de una cantidad fija, sino de dar de acuerdo a nuestras posibilidades y en reconocimiento de la bondad de Dios en nuestras vidas.

2 Crónicas 31:5

En 2 Crónicas 31:5, leemos:

«Y luego que se divulgó este mandamiento, los hijos de Israel dieron muchos primogénitos de bueyes, ovejas y cabritos, para ofrenda a Jehová»

2 Crónicas 31:5

Este versículo nos habla sobre la respuesta generosa del pueblo de Israel cuando se les recordó la importancia de dar ofrendas a Dios. Nos enseña que cuando entendemos la importancia de la ofrenda y el diezmo, estamos dispuestos a dar generosamente y con alegría.

Nehemías 10:37

En Nehemías 10:37, encontramos estas palabras:

«Traeremos asimismo las primicias de nuestras masas, de nuestras ofrendas, del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios; y los diezmos de nuestra tierra para los levitas; y estos levitas recibirán los diezmos en todas las ciudades donde laboren»

Nehemías 10:37

Este versículo nos habla sobre la importancia de dar las primicias de nuestras cosechas y el diezmo de nuestra tierra a los sacerdotes y levitas. Nos enseña que debemos ser fieles en dar lo que le pertenece a Dios y a aquellos que están dedicados a su servicio.

Salmo 20:1-3

En el Salmo 20:1-3, encontramos estas palabras:

«Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto»

Salmo 20:1-3

Este salmo nos recuerda que Dios escucha nuestras oraciones y nos defiende en tiempos de conflicto. También nos anima a ofrecer nuestras ofrendas y holocaustos a Dios, confiando en que él los aceptará y nos bendecirá.

Amós 4:5

Amós 4:5 nos dice:

«Y ofreced sacrificio de alabanza delante de mi altar, y publicad voluntariamente vuestros votos; porque de gracia habéis hallado esto en mí, dice Jehová el Señor»

Amós 4:5

Este versículo nos anima a ofrecer sacrificios de alabanza a Dios y a cumplir nuestros votos voluntariamente. Nos recuerda que todo lo que tenemos y recibimos es por la gracia de Dios y que debemos responder con gratitud y adoración.

Mateo 5:23-24

En Mateo 5:23-24, Jesús dice:

«Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda»

Mateo 5:23-24

Este pasaje nos enseña que antes de ofrecer nuestra ofrenda a Dios, debemos asegurarnos de estar en paz con nuestros hermanos. La reconciliación y el perdón son fundamentales en nuestra relación con Dios y con los demás.

Mateo 6:19-21

En Mateo 6:19-21, Jesús nos dice:

«No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón»

Mateo 6:19-21

Este pasaje nos enseña que debemos poner nuestra confianza y nuestra inversión en las cosas eternas, no en las cosas terrenales. Nuestro enfoque debe estar en acumular tesoros en el cielo, a través de nuestras ofrendas y acciones generosas, en lugar de buscar riquezas y posesiones en este mundo.

Estos son solo algunos de los versículos que hablan sobre la ofrenda y el diezmo en la Biblia. A través de estos versículos, podemos ver la importancia de dar generosamente, con alegría y de acuerdo a nuestras posibilidades. La ofrenda y el diezmo son una forma de honrar a Dios, reconocer su provisión en nuestras vidas y ser instrumentos de bendición para los demás. Que estos versículos nos inspiren a ser fieles en nuestras prácticas de ofrenda y diezmo, confiando en que Dios nos bendecirá abundantemente.